
Miles de chalacos se dieron cita en el Estadio Miguel Grau para vivir una noche inolvidable de salsa con la presencia de grandes artistas nacionales e internacionales.
El Callao volvió a vibrar al ritmo de la salsa con una noche inolvidable en el Festival Internacional de la Salsa - Chimpunazo a la Chalaca, realizado en el emblemático Estadio Miguel Grau. Miles de chalacos se congregaron para ser parte de esta histórica jornada musical que reunió a grandes exponentes del género, en una verdadera fiesta llena de sabor, ritmo y orgullo chalaco.
La noche comenzó con fuerza gracias a N’Samble, que encendió los ánimos del público con su inconfundible sonido salsero, marcando el inicio de una velada espectacular. Luego, la "Faraona de la Cumbia", Marisol, puso la cuota de cumbia peruana y energía, haciendo bailar a todos los presentes con sus éxitos más populares.
El momento más esperado llegó cuando Gilberto Santa Rosa, el reconocido "Caballero de la Salsa", se apoderó del escenario ante el aplauso eufórico del público, que lo recibió con entusiasmo. Con su carisma y poderosa voz, deleitó con un repertorio cargado de clásicos como 'Conteo regresivo', 'Que alguien me diga' y 'Perdóname', que hicieron cantar, bailar y emocionar a todos los asistentes. Siempre agradecido con el Perú, el salsero no dudó en saludar con cariño a los chalacos, recordando el profundo vínculo que tiene con un país que lo quiere y lo ha hecho sentir como en casa.
(Foto: Difusión)
La cantante Yahaira Plasencia puso a vibrar a la gente con una presentación llena de ritmo y baile, a su característico estilo. Por su parte, Brunella Torpoco también se hizo presente en este gran evento, consolidándose como una de las voces femeninas más importantes de la nueva generación salsera.
El poder femenino continuó con la agrupación Son Tentación, que demostró por qué son una de las bandas más representativas del género, llevando al escenario toda su fuerza, talento y empoderamiento.
La noche culminó con broche de oro con la presentación de Zaperoko, la agrupación salsera que representa con orgullo la identidad del Callao. Con su característico estilo y conexión con el público, cerraron una jornada llena de emociones, baile y alegría.
El Chimpunazo a la Chalaca no solo fue un festival musical, sino una verdadera celebración de la cultura salsera que vive en el corazón del primer puerto. Una vez más, el Callao demostró que es la cuna de la salsa en el Perú, reuniendo a miles en una noche que quedará en la memoria de todos.
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